24.5.25

🧵 Diario de una Tejedora en Apuros - Día 9

 

Día 9: ¿Por qué hay una aguja en mi zapato? El misterio del costurero rebelde

Me desperté con una molestia en el pie. Pensé que era una piedrita en el zapato.

Era una aguja.

Una aguja.
¿CÓMO LLEGÓ HASTA AHÍ? ¿DÓNDE ESTÁN LOS DEDALES CUANDO MÁS LOS NECESITAS?


🧷 Bienvenidos al circo de mi costurero

  • Hay agujas sueltas como si fueran soldados en una misión secreta.

  • Los carretes de hilo se reproducen como conejos, pero siempre falta justo el color que necesito.

  • ¿El dedal? Probablemente se fugó con las tijeras pequeñas.

  • Tengo un metro de costura que se autoenrolla como si estuviera entrenando para ser serpiente.


🎯 ¿Por qué pasa esto?

Porque lo mío no es un costurero.
Es una caja mágica de caos. Como una piñata, pero con más riesgos de herida.

A veces la cierro con cuidado… y cuando la abro otra vez, parece que hubo un terremoto textil de magnitud 8,3.


📦 ¿Solución? Un poco de orden (y mucha resignación)

  • Usar imanes para agrupar agujas (cuando no estén en mis zapatos).

  • Separar los hilos por color y tipo en bolsitas transparentes.

  • Poner dedales y objetos pequeños en cajas más pequeñas (dentro del costurero).

  • Y lo más importante: cerrar bien la caja. Siempre. No sea que el próximo ataque venga desde la estantería.



🤕 Reflexión del Día

Hoy aprendí que la creatividad sin organización es divertida… hasta que te clavas una aguja por accidente.

Pero entre pinchazo y pinchazo, recordé que este caos es mío, y que cada objeto rebelde tiene una historia, una costura, o un “¿quién me mandó a meterme en esto?”

22.5.25

🧵 Diario de una Tejedora en Apuros - Día 8

 Día 8: El día que descubrí que el hilo elástico no perdona errores

Hoy quise experimentar.

Porque claro, ya soy una tejedora/costurera con experiencia (según yo) y no me asusta probar nuevos materiales. Así que compré hilo elástico.

Lo había visto en tutoriales. “Ideal para puños”, decían. “Perfecto para cuellos ajustables”.
Nadie dijo: ‘este hilo tiene vida propia y viene a arruinarte el día’. Pero deberían.


🌀 Cosas que me pasaron hoy con hilo elástico:

  • Me cortó la circulación en un dedo. Literalmente.

  • Se enredó solo mientras lo miraba, sin que yo lo tocara.

  • Intenté coserlo con la máquina… y la aguja me dijo “yo no me meto en eso”.

  • El resultado fue un puño tan apretado que puede usarse para cerrar frascos herméticos.


🧶 ¿Qué aprendí hoy?

  1. El hilo elástico NO se trata como un hilo normal.
    Si lo estiras de más, el tejido se encoge tanto que desaparece.

  2. La tensión es clave.
    Demasiada: se arruga. Muy poca: no sirve. O sea, una relación complicada.

  3. Practica primero.
    No lo uses directamente en el proyecto final como si fueras una ninja textil. No eres. Yo tampoco.


🔧 Consejito extra

  • Usa puntadas largas si coses con hilo elástico.

  • No lo pongas en la aguja, solo en la canilla. De verdad. Ni lo intentes.

  • Respira. No es culpa tuya. Bueno… un poco sí, pero se aprende.



🤯 Reflexión del Día

Hoy confirmé que los materiales nuevos son como las parejas nuevas:
al principio parecen geniales, pero si no los conoces bien, terminan apretándote hasta dejarte sin aire.

Mañana volveré a mi querido algodón normal. Ese que no juzga, no se enreda solo y no me obliga a ver tutoriales a las 2 a. m.

12.5.25

🧵 Diario de una Tejedora en Apuros - Día 7

Día 7: Cuando dices “solo voy a ordenar mis hilos” y desapareces 3 horas

Todo empezó con una frase inocente:

“Hoy no tejo, solo voy a ordenar un poco el rincón de costura.”

Spoiler: mentira.
No tejí, sí, pero acabé en un agujero negro de ovillos desordenados, agujas mezcladas con lápices, botones que no recordaba tener y una colección de retales que gritan "¡haz algo conmigo, cobarde!".


📦 Las etapas de ordenar tu rincón costuril:

  1. Negación: “Esto me toma 15 minutos.”

  2. Exploración: “¿Cuándo compré este hilo rosa fosforescente?”

  3. Melancolía: “Ay, este retal me recuerda al vestido que nunca terminé…”

  4. Autoengaño: “Podría empezar un nuevo proyecto ahora que encontré esto.”

  5. Colapso: “¿Por qué hay lentejuelas en mi caja de botones?”

  6. Aceptación: Vas por café. Lo dejas todo como estaba. Miras al infinito.

🧵 Lo bueno de ordenar (cuando lo logras)

  • Te reencuentras con materiales que ya habías enterrado emocionalmente.

  • Recuperas espacio físico y mental (más o menos).

  • Descubres que tienes 6 tijeras… y todas están desafiladas.

  • Renace la inspiración (o al menos las ganas de comprarte más cajas).


Consejito útil (que no seguí):
Clasifica por color, tipo de material y frecuencia de uso.
Sí, suena aburrido. Pero evitarás pasar 40 minutos buscando “ese hilo azul que seguro estaba por aquí… o tal vez no…”

😅 Reflexión del Día

Ordenar el espacio creativo es como tratar de peinar a un perro mojado:
parece posible, pero el caos siempre gana al principio.
Aun así, entre hilo y retal, recordé por qué me encanta este pequeño rincón: porque aunque esté lleno de desorden… también está lleno de ideas.

Mañana prometo volver a tejer. Si logro encontrar mi aguja número 4, que ahora mismo... está en paradero desconocido.

11.5.25

🧵 Diario de una Tejedora en Apuros - Día 6

Día 6: El jersey que empezó siendo bufanda. O cómo aceptar que el hilo manda.

Tenía una visión clara.

Un jersey sencillo, color neutro, ideal para este clima que no es ni frío ni calor pero sí perfecto para presumir ropa hecha a mano.
Empecé motivada. El ovillo era suave, el punto salía perfecto y mi máquina de tejer circular y yo estábamos en una relación funcional, casi romántica.

Pero cometí un error: no calculé cuánto hilo tenía.

A mitad del cuerpo del jersey… ¡zas!
El ovillo murió. Así, sin avisar, como si hubiera apagado la luz y se fuera por tabaco.
Busqué más del mismo color. Nada. Ni en tiendas, ni en línea, ni en el rincón mágico donde a veces aparecen clips y botones perdidos.

Y ahí estaba yo: media espalda tejida, sin hilo, sin solución y con una única salida digna: convertir todo en una bufanda.

😩 Lo que uno aprende cuando el hilo se va

  1. Nunca empieces un proyecto grande sin saber si tienes suficiente hilo.

  2. Los ovillos a veces mienten. "Rinde 120 metros"… sí, claro.

  3. Las bufandas son el reciclaje elegante del tejido frustrado.


🧶 Resultado final: ¿fracaso? No exactamente

Mi jersey-bufanda resultó… bastante bonito.
Es más, si alguien me pregunta, voy a decir que siempre fue una bufanda. ¿Quién necesita mangas cuando puede tener elegancia enrollada?

La textura quedó perfecta, y aprendí a ver el lado práctico del caos creativo.
El tejido no siempre sale como lo planeas, pero casi siempre terminas con algo útil o que puedes regalar a una tía que te quiera igual.


😄 Reflexión del Día

En el tejido, como en la vida, los planes cambian.
A veces los materiales te dicen: “no va a ser lo que querías, pero igual va a quedar lindo”.
Y uno, con paciencia y buen humor, les hace caso.

Nota para mí misma: comprar más ovillos… y dejar de prometer jerseys.