Día 8: El día que descubrí que el hilo elástico no perdona errores
Hoy quise experimentar.
Porque claro, ya soy una tejedora/costurera con experiencia (según yo) y no me asusta probar nuevos materiales. Así que compré hilo elástico.
Lo había visto en tutoriales. “Ideal para puños”, decían. “Perfecto para cuellos ajustables”.
Nadie dijo: ‘este hilo tiene vida propia y viene a arruinarte el día’. Pero deberían.
🌀 Cosas que me pasaron hoy con hilo elástico:
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Me cortó la circulación en un dedo. Literalmente.
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Se enredó solo mientras lo miraba, sin que yo lo tocara.
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Intenté coserlo con la máquina… y la aguja me dijo “yo no me meto en eso”.
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El resultado fue un puño tan apretado que puede usarse para cerrar frascos herméticos.
🧶 ¿Qué aprendí hoy?
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El hilo elástico NO se trata como un hilo normal.
Si lo estiras de más, el tejido se encoge tanto que desaparece. -
La tensión es clave.
Demasiada: se arruga. Muy poca: no sirve. O sea, una relación complicada. -
Practica primero.
No lo uses directamente en el proyecto final como si fueras una ninja textil. No eres. Yo tampoco.
🔧 Consejito extra
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Usa puntadas largas si coses con hilo elástico.
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No lo pongas en la aguja, solo en la canilla. De verdad. Ni lo intentes.
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Respira. No es culpa tuya. Bueno… un poco sí, pero se aprende.
🤯 Reflexión del Día
Hoy confirmé que los materiales nuevos son como las parejas nuevas:
al principio parecen geniales, pero si no los conoces bien, terminan apretándote hasta dejarte sin aire.
Mañana volveré a mi querido algodón normal. Ese que no juzga, no se enreda solo y no me obliga a ver tutoriales a las 2 a. m.
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