28.7.25

🧵 Diario de una Tejedora en Apuros - Día 15

Día 15: El ovillo fugitivo — cuando el gato y la lana se declaran la guerra

Hoy pensaba tener una tarde tranquila de tejido.
Tenía mi ovillo nuevo, la aguja lista, una taza de té con miel, y música suave.
Todo estaba perfecto… hasta que entró el gato.


🐈 El inicio del caos

Mi gato, miró el ovillo. Yo lo miré a él.
Le dije “NO”. Él escuchó “CLARO, JUEGA LIBREMENTE”.

En menos de 5 segundos:
Ovillo en el suelo.
Lana alrededor de la mesa.
Yo corriendo detrás con un ganchillo en la mano como si eso ayudara.


📉 Daños colaterales:

  • Lana cortada en tres puntos.

  • Una taza de café derramada sobre el patrón.

  • Mi gato se sentó triunfante en el medio del caos, masticando una hebra como quien gana el juego.


🧼 Solución de emergencia

Usé el método “recolecta-haz-nudos-rescata-lo-que-se-pueda”.
No es bonito. Pero funciona.
Lo que no funciona: intentar seguir el patrón original con ovillo amputado emocionalmente.


💡 Consejos si tienes gato y tejes:

  1. Guarda los ovillos en cajas cerradas. (Herméticas. Preferiblemente con candado.)

  2. Teje en habitaciones sin acceso felino.

  3. Dale una pelota propia al gato. (Spoiler: no la va a querer.)

  4. Acepta que el hilo nunca será completamente tuyo.


🧶 Reflexión del Día

Tejer con un gato es como cocinar con un bebé:
Posible, sí. Tranquilo, nunca.

Y aunque el ovillo no sobrevivió intacto…
Mi gato tuvo su momento de gloria.
Y yo, una historia para el blog.

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