DÃa 6: El jersey que empezó siendo bufanda. O cómo aceptar que el hilo manda.
TenÃa una visión clara.
Un jersey sencillo, color neutro, ideal para este clima que no es ni frÃo ni calor pero sà perfecto para presumir ropa hecha a mano.
Empecé motivada. El ovillo era suave, el punto salÃa perfecto y mi máquina de tejer circular y yo estábamos en una relación funcional, casi romántica.
A mitad del cuerpo del jersey… ¡zas!
El ovillo murió. AsÃ, sin avisar, como si hubiera apagado la luz y se fuera por tabaco.
Busqué más del mismo color. Nada. Ni en tiendas, ni en lÃnea, ni en el rincón mágico donde a veces aparecen clips y botones perdidos.
Y ahà estaba yo: media espalda tejida, sin hilo, sin solución y con una única salida digna: convertir todo en una bufanda.
😩 Lo que uno aprende cuando el hilo se va
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Nunca empieces un proyecto grande sin saber si tienes suficiente hilo.
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Los ovillos a veces mienten. "Rinde 120 metros"… sÃ, claro.
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Las bufandas son el reciclaje elegante del tejido frustrado.
🧶 Resultado final: ¿fracaso? No exactamente
Mi jersey-bufanda resultó… bastante bonito.
Es más, si alguien me pregunta, voy a decir que siempre fue una bufanda. ¿Quién necesita mangas cuando puede tener elegancia enrollada?
La textura quedó perfecta, y aprendà a ver el lado práctico del caos creativo.
El tejido no siempre sale como lo planeas, pero casi siempre terminas con algo útil o que puedes regalar a una tÃa que te quiera igual.
😄 Reflexión del DÃa
En el tejido, como en la vida, los planes cambian.
A veces los materiales te dicen: “no va a ser lo que querÃas, pero igual va a quedar lindo”.
Y uno, con paciencia y buen humor, les hace caso.
Nota para mà misma: comprar más ovillos… y dejar de prometer jerseys.
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