25.5.25

🧵 Diario de una Tejedora en Apuros - Día 10

Día 10: Mi gato, mi ovillo y la batalla por el sofá

Todo iba bien.

Sábado, cafecito, ovillos listos, patrón impreso. Iba a tejer un gorrito. Simple. Relajado.

Hasta que entró el Gato.


Mi gato tiene un talento especial para detectar cuándo empiezo algo importante…
Y entonces decide que es el momento perfecto para tirar el ovillo del sofá, correr por el pasillo, enredarse con las cortinas y hacer una instalación artística con mis herramientas.


🐾 Cosas que ocurrieron en menos de 5 minutos:

  • El ovillo fue asesinado.

  • La lana quedó enredada con la alfombra, mi pierna y una silla.

  • Perdí 3 marcadores de punto. Uno estaba en su boca.

  • El patrón ahora tiene huellas y un rasguño artístico.



📌 ¿Qué hice al respecto?

Nada. Absolutamente nada.
Porque claro, el gato se me subió encima, ronroneó y me miró con esos ojos de “yo no fui, tú te estresas sola”.

Y yo… terminé acariciándolo mientras en mi cabeza repetía:

“Esto antes era una bufanda. Ahora es arte contemporáneo en forma de desastre.”


🛠️ Consejos para tejedores con gatos (spoiler: no funcionan):

  1. Guarda los ovillos en cajas con tapa (el gato abrirá la tapa).

  2. Teje mientras duerme (dormirá sobre tu proyecto).

  3. Ignóralo (te saltará al regazo cuando estés contando puntos).

  4. Cómprale su propio ovillo (le gustará más el tuyo).


😹 Reflexión del Día

Tejer con gato es como tejer con una nube con garras.
Te roba lana, destruye esquemas y… te gana siempre.
Pero también te acompaña, te calienta los pies y, de alguna forma, te recuerda que nada tiene que salir perfecto.

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