Día 20: El orgullo de terminar un proyecto (y esconder los errores como una profesional)
Hoy terminé un chaleco.
Uno de esos proyectos que te acompañan durante semanas y se convierten en parte de tu vida (y de tu cesta de frustraciones).
Lo bloqueé, lo cosí, lo planché con cariño, y cuando lo miré completo pensé:
“¡Parezco alguien que sabe lo que hace!”
👀 Pero si miras de cerca…
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Un borde tiene dos puntos menos.
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Un bolsillo está ligeramente torcido.
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Y hay un lugar donde cambié el hilo y se nota… si te acercas con lupa y mala intención.
🧠 ¿Qué aprendí?
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Terminar es más importante que la perfección.
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Los errores son parte del tejido. Como el café en mi mesa: siempre están ahí.
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Nadie se fija tanto como tú. (A menos que te rodees de tejedoras, y aún así, te entienden.)
🧶 Trucos ninja para disimular errores:
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Bloqueo milagroso: El vapor suaviza muchas verdades.
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Bordado salvador: Una flor aquí, un detalle allá, y ¡adiós fallo!
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Etiqueta artesanal bien puesta: Que se note que es hecho a mano… no perfecto de fábrica.
🎉 Reflexión del Día
Terminar un proyecto es como cerrar un capítulo.
Puede que no sea perfecto…
pero es tuyo.
Y eso, querida tejedora, vale más que mil puntos perfectos.
