Día 27: La vez que compré lana como si fuera papel higiénico en 2020
Me metí “solo a mirar” una tienda online de ovillos.
Había rebajas.
Descuentos por lote.
Colores edición limitada.
Y yo, débil.
Resultado: 14 madejas.
De colores que no uso.
De grosores que no suelo tejer.
De fibras que me pican.
Y sin ningún proyecto en mente.
Pero:
¡QUÉ BARATAS ESTABAN!
📦 Mi cesta incluía:
-
Mohair violeta. (¿yo uso violeta?)
-
Hilo de lino. (¿para quién?)
-
Acrílico peludo multicolor. (¿en qué momento me pareció buena idea?)
-
Lana 100%. Que lava como gremlin si no tienes cuidado.
🧶 Cosas que he aprendido (y sigo ignorando):
-
No compres hilo sin proyecto claro.
-
No caigas en la trampa de “lo usaré algún día”.
-
El stock no se come. No se justifica como “stock estratégico”.
-
Hacer espacio en el armario es una habilidad olímpica.
🎯 Mini reto que me autoimpuse:
👉 No comprar más lana hasta usar 5 ovillos del stock actual.
Duración del reto:
3 días.
Caí ante unos degradados en merino. Otra vez.
🧠 Reflexión del Día
Comprar lana es fácil.
Tejerla, otra historia.
Pero...
cada ovillo es una promesa.
Aunque esté guardado desde 2019.

